La transformación requiere de personas, de ideas, de proyectos y de marketing para venderlo pero desde la ‘palabra hecha realidad’, del ‘valor a la virtud’
Hace tiempo que en el mundo de la innovación, emprendimiento o transformación se habla y se promueve cómo si fueran la solución mágica a todos los problemas, aunque casi siempre desde las empresas, se habla desde tres siguientes puntos de vista.
- Marketing y RSC
- Proyectos
- Personas y cultura
Si queremos ver estos tres puntos, sólo hace contestarnos las siguientes preguntas.
¿Cuántas de las ideas de emprendimiento de grandes corporaciones están liderados por marketing o rsc?
Obviamente el emprendimiento debe comunicarse y debe aplicarse marketing, pero tampoco hace falta pasarse. Como me dijo una vez Pedro Nueno de ISESE.
“La mejor RSC es crear riqueza, trabajo, buenos productos, innovación…”
Ver entrevista https://albertriba.com/pedro-nueno-referendity-5/
¿Cuántos de los proyectos que se han vendido cómo innovación son realmente una gestión de proyectos?
Obviamente la innovación debe gestionar proyectos, pero innovar es algo más que gestionar proyectos
¿Cuántas de estas manifestaciones públicas, sean en el formato que sean, de que la transformación empresarial va de personas y de cultura lo hacen realmente?
Transformar organizaciones desde personas y cultura no es sólo poner personal branding y design thinking en el plan de recursos humanos. Es algo más que herramientas explicadas en un webinar.
Os invito a leer la columna de Expansión que se publicó en junio del 2014 Columna de opinión en la que ya reflexionábamos sobre esta cuestión. Acceso a la columna
Y todo esto me lleva a la siguiente reflexión que interioricé con profundidad en todo mi trabajo de investigación para publicar ‘Conexión Monástica’ www.conexionmonastica.com
- Hablamos demasiado y hacemos poco.
- Promovemos valores y practicamos poco con el ejemplo.
- La virtud es la ejemplarización, ensuciándose las manos bajando a barraca
Está bien que hablemos, contemos y comuniquemos las cosas que hacemos, pero el problema es que hacemos pocas cosas en proporción a las que hablamos y creo que debemos asumir lo siguiente.
‘Una persona de palabra no es la que habla mucho, es la que cumple lo que dice’
Luego nos dedicamos a decir que tenemos valores y practicamos poco con el ejemplo. Si queremos cambiar y transformar, debemos transmitir palabras aunque también tomar acción para que esas palabras sean algo más que palabras, sean hecho. Para que esos valores sean, al fin y al cabo, virtudes
Para acabar os adjunto la #albertina en referencia a los valores y virtudes
Haz de tus valores tus virtudes