Las buenas preguntas traen consecuencias
Si una cosa vas aprendiendo con los años, es que tan o más importante es encontrar respuestas a las preguntas que nos aparecen en nuestro día a día, cómo aprender a formularnos nuevas preguntas.
Nuevas preguntas que deben provocarnos un cambio de enfoque, nuevas preguntas que deben hacernos ir hacia más allá de dónde pensábamos que íbamos a ir, a plantearnos cosas que no queríamos plantearnos o simplemente aún habíamos aprendido.
Aún así, aunque las preguntas sean necesarias, debemos asumir lo que dice la #albertina de hoy.
‘Las buenas preguntas traen consecuencias’
¿Qué consecuencias?
Pues una buena pregunta:
Te revoluciona. Te pone la mente a cien y no para de pensar
Te hace crecer. Te introduce en zonas desconocidas
Te genera consciencia. Te recuerda que tienes deberes por hacer.
Y cuando esto paso, te revoluciona o revolucionas a alguien, cuando creces y cuando tomas consciencia, siempre hay consecuencias.
Consecuencias sanas que te remueven a ti o remueven a otros para que se remuevan y luego, te remuevan. En fin.
Preguntas que generan #ShakingMinds
Preguntas que como decía Jorge Wagensberg en uno de sus aformismos. ‘Cambiar la respuesta es evolución, cambiar la pregunta es revolución’
Así pues, recordad siempre.
‘Las buenas preguntas traen consecuencias’
¡Aquí van algunas!
¿Quién eres tú realmente?
¿Por qué estás aquí ahora?
¿Dónde estarás dentro de diez años?
¿Seguimos?