Recuerdo cuando era más joven, una de las cosas que me repetía mucho mi madre era:
¡Cuenta hasta diez y cuando acabes, vuelve a empezar!
Han pasado los años y al final asumes que esta lección, ha pasado a ser una de las elecciones más importantes de mi vida ya que al final aprendes que esta paciencia, suele ser como un pausador vital antes momentos de nervios.
En momentos tipo …
• Colas en el supermercado
• En la carretera cuando un coche provoca un parada colectiva
• Cuando alguien te hace repetir las cosas tres veces
• En el trabajo cuando ves que tu compañero no va a tu ritmo
• Discutiendo con tu pareja, sabiendo los dos sabéis que uno no tiene razón
• Estando con gente que lo está pasando y a veces nos pone nerviosos
Y otros tantos casos.
Aprender a tener paciencia no es para nada fácil. Es necesario:
• No ir acelerados en nuestro día a día
• Saber disfrutar de la lentitud
• saber a dónde queremos ir y con quien queremos ir.
• saber descansar
Os animo a trabajar la paciencia y en lugar de contar hasta 10, contad 10 veces 10, 100 veces 100 o lo que sea. Y cuando os hayáis perdido de tanto contar, ir a hacer una de mis #pausasprogramadas
Y para acabar. Si este post os ha parecido una castaña, contad hasta 10. Si os ha parecido de puta madre, contad hasta 10 y si ni fu ni fa, contad hasta 10