febrero 16, 2015

La credibilidad

credibilidadEmpezamos un año electoral en el que nos tocará decidir quienes queremos que sean nuestros líderes aunque en ciertos momentos me empiezan a temblar las piernas pues sinceramente, no se a quien creer y esto me preocupa. Unos nos dirán que ya estamos en la punta de la lanza aunque no sé que lanza; otros nos dirán que son la mejor alternativa pero no me dicen porque no lo hicieron antes; otros dirán que debemos decirle a Europa pero no como conseguirán que les hagan caso; otros nos dirán que debemos unirnos y otros que debemos separarnos; en fin, ¡No sé a quién creer!

Si seguimos buscando motivos para no creer, seguro que los encontraremos pero sinceramente, “¡Nos toca cambiar de foco!”. Ahora toca pensar en como conseguir que la credibilidad vuelva al primer plano y actuar para recuperar la confianza. ¿Cómo hacerlo? Enfocándonos a quienes si podemos creer, pues los hay.

Creo en algunos políticos cercanos a la realidad y que entienden nuestros problemas para sacar adelante nuestras empresas; creo en los empresarios que reinventan sus empresas para así poder pagar las nóminas a sus empleados; veo a miles de personas ya adultas que se apuntan a universidades; veo a una sociedad civil que se implica en ayudar a los más necesitados; veo nuevas tecnología que aportan más eficiencia y también, veo que la medicina avanza.

También creo en lo que hay fuera de mi entorno más cercano, es decir, fuera de mi ciudad, provincia o país. Creo en todos aquellos jóvenes que tienen talento pero se han visto obligados a marchar y que esperan poder volver algún día; creo en todos aquellos empresarios con quien coincido en el aeropuerto y que viajan por el mundo yendo a buscar nuevos mercados allí para poder generar riqueza aquí; creo en aquellas empresas que vuelven a producir aquí sus productos y también creo en todas aquellas personas que creen en un futuro mejor y que en lugar de quejarse, toman acción.

Y si con esto no hay suficiente, soy consciente que hay muchas personas que están sufriendo demasiado, pero otra ayuda que podemos darles es demostrarles que seguiremos peleando para que esto vaya mejorando y sobretodo, para que pueden creer en nosotros. Las personas que tenemos fe no podemos perderla, pues nuestra fe, ilusión y creencia en nosotros mismos, serán lo que ayudará a relanzar nuestra economía, nuestras empresas y por lo tanto, ellos también empezaran a creer.

Y la última cuestión; debemos creer en nuestros líderes, tener fe en un futuro mejor que está por venir y sobretodo, seguir insistiendo en ello.

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