Ya existe el “rum rum” en nuestra sociedad de que otra burbuja esta en camino y no es que la inmobiliaria haya vuelto, sino que el dinero que antes se iba a los pisos ahora se ha ido a buscar otro lugar y ese lugar son los emprendedores.
Mirando atrás, veo que el año 2000 cuando empecé con mis proyectos empresariales, no existía la red de parques empresariales, no existían los centros de transferencia tecnológica y menos aún, existían incubadoras para los emprendedores que queríamos emprender. Nuestros únicos medios eran nuestra energía, nuestra capacidad de movernos y apoyarnos en los eventos que empezaban como First Tuesday y poco más.
Pasó el tiempo y como la gente vio que emprender era muy arriesgado y que invertir en ellos requiere mucha experiencia, mucho know how y tener paciencia, el dinero se fue hacia el sector del ladrillo, pero claro, nos pasamos con el volumen.
La inflación de los pisos empezó a volar, los ladrillos dejaron de pesar y la burbuja se infló, se alzó y hoy en día todos sabemos las consecuencias que ha traído. Por un lado, desahucios, pobreza, crisis, etc. y por el otro, algunos banqueros o políticos (sean del color que sean), quedando al descubierto. En fin, la burbuja explotó y manchó a muchos.
¡Y ahora qué! ¿La burbuja emprendedora?
Ahora que mucha gente por desgracia esta en el paro, les decimos que emprender es su solución, cuando no siempre lo es, pues una cosa es autoempleo, otra emprender por vocación y otra por necesidad. Muchos de estos supuestos emprendedores empiezan sin ser conscientes realmente de lo que implica y, en sí, considero que esto ya es un mal inicio.
Por otro lado, cuando tenemos tantos supuestos emprendedores, los emprendedores ya expertos o de éxito han decidido montar su incubadora para ayudar a los que empiezan. Y, claro, esto no quiere decir que todos los que lo ofrecen sepan enseñar o tutelar, pues hay de muy buenos, hay de realmente buenos y hay otros, como en todos los sectores.
Y en tercer lugar, el capital. Esa persona que tenía dinero en bolsa, se piensa que invirtiendo en emprendedores, que con un curso de Business Angel y con su ojo clínico, sus beneficios se dispararán, pero por desgracia, la realidad no suele ser así.
Sino vigilamos y creamos realmente un ecosistema emprendedor que sepa diferenciar que es un emprendedor y que es un autoempleo, sino sabemos discernir que es crear, incubar o acelerar, sino asimilamos que los riesgos son altos y si seguimos así, pronto esta nueva burbuja explotará.
Que conste que no estoy en contra de que haya un ecosistema emprendedor, pero cuidado que un ecosistema no son solo elementos, hace falta una “cultura y un saber hacer” y esto no se hincha como una burbuja, se construye mes a mes.
*Columna Expansión publicada el 20 de octubre del 2014