agosto 5, 2015

La autogestión empieza con la convivencia con la mosca cojonera

14860016860_a6fb5a15cf_zSe ha escrito mucho sobre la capacidad de concentración, de la dispersión, del TDHA y otros impactos en las personas que hacen que no seamos capaces de gestionar ciertas cosas que nos afectan y nos distraen durante nuestro día a día.

En mi caso, como ya sabéis y he contado en muchos canales, empecé a intentar mi autogestión mediante las pausas programadas (ver video al final del post) pero al cabo de los meses y gracias a Núria Ruiz Master & Practitioner PNL @catalanwines , empecé a convivir con las moscas.

(Alguno pensará : Este Albert que raro el tío, convive con monjes en Montserrat, cría mamut o sapiens y ahora dice que convive con moscas)

Un día hablando con ella, me dijo:

“Esto de las pausas programadas que te has inventado, tiene mucha relación con la meditación. ¿Eres consciente?

De entrada debo admitir que esto de “meditación” me suscitó cierto repelús que en gran parte era originado no sólo por la ignorancia del tema sino también por no darme cuenta que esto ya lo hice de pequeño.

Viendo esto y como siempre miro de hacer, intenté darles vueltas a ver si esto era cierto y en ese momento aparecieron en mi mente, recuerdos de infancia en los Maristas donde los profesores nos hacían hacer meditación, entendiendo por meditación, la capacidad de controlar la respiración, la capacidad de notar el cuerpo, la capacidad de abducirte de ciertas pero estar presente, etc

Luego empecé a leer cosas de meditación, de mindfulness y estas cosas. A esto le añadí volver a hacer deporte más a menudo, además de mejorar la comida y empecé a modificar las pausas programadas de la mañana.

Hoy en día he replanificado mis pausas programadas matinales (estoy en fase de consolidar este hábito). Me levanto por la mañana temprano, me voy a correr, como algo de fruta y hago esa pausa de unos diez minutos, como la hacíamos en los Maristas y como me aconsejó Núria.

¿Qué mejora noto?

A lo mejor os parecerá una simple chorrada pero os diré 2.

La primera. El control de la respiración ha mejorado mucho y cuando voy a hacer deporte o simplemente ando, noto una mejoría importante.

La segunda. “Las moscas cojoneras ya no me molestan tanto como antes”. Ahora pueden rodearme, posarse en mis manos y meterse en mis piernas; ahora las dejo pasear y antes les intentaba pegar una “ostia” pero nunca conseguía tocarlas, con lo que claro, me ponía más nervioso aún.

En fin, hoy he aprendido que:

“La autogestión empieza con la convivencia con la mosca cojonera”

¿Tu lo sabías?

¿Aún te enfadas con las moscas?

Información adicional:

Para vuestra información: ¿Cómo planificar una pausa programada?

 

 

Comparte esta historia

Subscribe to the newsletter

Fames amet, amet elit nulla tellus, arcu.

Gracias por su mensaje. Se envio correctamente.
Hubo un error al enviar el mensaje. Por favor vuelva a intentarlo mas tarde.