En primer lugar quiero manifestar que esta #Albertina busca exponer mi opinión sobre un tema que tengo muy claro pero a su vez, manifiesto que en otro punto de vista, ¡no tengo ni idea!. Por este motivo, intentaré ser lo máximo respetuoso posible.
Hace unos meses, mientras preparaba una conferencia en el Biz Barcelona, me dediqué a buscar que decía la Real Academia Española de la Lengua sobre el concepto ‘espíritu’ y entre varias cosas decía.
“El espíritu :
- Un ser inmaterial dotado de razón
- Alma racional
- Principio generador, carácter íntimo, esencia o sustancia de algo
- Vigor natural o virtud que alienta y fortifica el cuerpo a obrar
- Ánimo, valor, aliento, brío o esfuerzo
- En otras.”
Si esto lo aplicamos a las personas y sobretodo a la organizaciones, veremos que este espíritu es algo intangible pero que lo percibimos todos, es algo que todos debemos cuidar cada día y que personalmente, considero podemos llamar cultura o esencia. Es decir:
“Este tipo de espíritu no se puede ver ni tocar, pero todos los podemos percibir y transmitir”
Por otro lado, nos encontramos con el concepto de “espíritus”, suele ser más cercano a otra acepción que dice la Rae y que es el siguiente.
“El espíritu :
- Don sobrenatural y gracia particular que Dios suele dar a algunas criaturas.”
Como podéis ver, mucho más cercano a la fe y la religión, puntos antagónicos a la ciencia o a un mundo más pragmático.
¿Y todo esto por qué lo digo?
Pues por dos motivos:
1) Llevo años hablando de espíritu emprendedor o espíritu innovador asociado al mundo de los proyectos emprendedores.
2) Porque soy una persona formada en un mundo religioso que creo en muchas partes pero reniego en otras, pero que sobretodo, respeto
Estas dos cosas, muchas veces se confrontan y por este motivo lo llevo reflexionando meses (años mejor dicho) desde que empecé a utilizar de espíritu emprendedor y hablar de ouijas en mis conferencias. Por este motivo escribo este post como hago casi siempre cuando escribo, ‘para reflexionar y pensar, esperando que me sirva para ordenar mi caos repleto de pensamientos e ideas‘ . Como dicho casi siempre, para mi escribir también tiene su parte terapéutica o esclarecedora.
¿Cuál es mi postura?
Lo que dicta mi #Albertina de hoy:
“¡Esto va de espíritu! ¡De espíritus ya no lo sé!”
Para acabar, repito.
Mi máxima admiración y respeto por todas aquellas personas que cultivan su espíritu personal y a los que creen más en espíritus, manifiesto mi ignorancia sobre este punto y también para ellos, mi máximo respeto.