Existe un debate de hace muchos años entre unos que definen que estamos predestinados y que todo lo que hacemos en nuestra vida sucede porque alguien lo ha preparado. Hay otros que creen que realmente somos libres de conseguir todo aquello que queramos pues para ellos, todo esta por construir.
Ante estos dos extremos y a medida pasan los años, mi enfoque o visión creo que cada vez se va complicando más pero cuando más se complica, mejor me lo paso. Os explico.
Cierto es que como personas emprendedoras, inquietas o sapiens, tenemos la opción de escoger que queremos conseguir en nuestras vidas y a partir de esa elección, debemos hacer un #GoForIt, es decir, ponernos en marcha para conseguirlo y como no, mantenerlo.
Cuando estas en marcha, eres tu quién tienes que ir definiendo una visión estratégica de lo que buscas, de gestionar la táctica y sobretodo, ir adaptándote a los cambios del día a día, pues aquí en los cambios, es donde entra en juego el aceptar.
Muchas decisiones las escogemos pero hay muchas otras más que debemos aceptarlas, hacerlas nuestras y adaptarlas a nuestras rutinas y a nuestra vida. Muchas de estas decisiones vendrán de algo que ya tenías dentro hace tiempo, otras se te colarán en tu vida sin un darte cuenta y otras, aún no lo sabes pero te vendrán a ver.
Ante esta situación es cuando debemos desarrollar nuestra habilidad personal de adaptación a lo imprevisible, es decir, gestionar una capacidad que nos permita incorporar este nuevo hábito en nuestra vida para así, seguir caminando mejor, paso a paso.
Llegado a este punto, alguna persona puede pensar que realmente se debe aceptar pero entonces debemos pensar una cosa.
“El hecho de aceptar también implica un acto de escoger aceptar”
Con esto quiero decir que finalmente somos nosotros los que guiándonos por nuestra experiencia, por nuestras intuiciones y sobretodo por nuestras emociones, debemos diferenciar que escogemos en primer estadio y luego, que aceptamos para luego ser escogido. Sólo de esta manera gestionaremos la incertidumbre de nuestro día a día para definir un ritmo vital adecuado, sin prisa, sin pausa pero paso a paso y mirando hacia delante
Y esto amigos, se relaciona directamente con la planificación no sólo personal sino estratégica y vital, pues a veces pensamos que escogemos pero por miedo aceptar, lo apartamos.
Por este motivo, si algo os cambia el enfoque o la visión de algo que teníais prejuzgado, agarradlo, miradlo, analizadlo y si os puede hacer mejores o más felices aunque sea complejo, escoged incorporarla. Es la mejor opción
“Escoger, aceptar y escoger aceptar”
PD Recuerda que este reflexión te sirve para cualquier reto personal o profesional que seguro te aparecerá en tu camino
PD Además espero que os guste esta canción «Serrat & Sabina con Cantares»