septiembre 1, 2019

Equipos de Transformación ¿Táctica o estrategia?

¿Cómo compaginar la estrategia de una tropa con la táctica de la supervivencia diaria? ¡Aquí radica el éxito!

¿Cuál es uno de los libros más importantes sobre estrategia? ¿En qué año se escribió? ¿Cuál es su hilo conductor? ¿Sobre qué dirías que trata? ¿Lo sabes? ¡Te dejo unos minutos para pensar o hasta para buscar en internet!…

Algunos dicen que el primer original se escribió el 513 a. C. y es un libro que habla de la estrategia en el mundo militar. Se titula El arte de la guerra y fue escrito por el estratega militar Sun Tzu.Como podéis ver, no está muy lejos del concepto de cazador y proactivo de la tropa sapiens, ¿verdad? ¡Evolucionado con las nuevas estrategias o tecnologías, pero no muy lejos de su esencia!

Una vez ubicados en este punto, nos tendríamos que preguntar qué es estrategia y qué es táctica. Podemos afirmar que la estrategia es un conjunto de pautas, guías o ideas focalizadas en definir una serie de acciones orientadas a la consecución de un objetivo, es decir, a una meta o un reto, normalmente a medio o largo plazo.

Como hablar de estos temas es intangible y muchas veces bastante complejo, definiré un concepto que utilizo en muchos de mis seminarios y que siempre acostumbra a quedar muy claro. ¡Ahí va!

Imagínate que te levantas a primera hora de la mañana, te duchas y arreglas, desayunas y sales de casa a coger el coche para ir al trabajo. En el momento en que sales del garaje, tienes en la cabeza más o menos lo que harás ese día y a la hora que tienes previsto llegar a casa, ¿es así? Si la respuesta es afirmativa, ya tienes una miniestrategia en mente que irás convirtiendo en realidad a lo largo del día, mientras ejecutas la acción, es decir, mientras haces la parte táctica.

Si la respuesta es negativa, no sabrás dónde irás ese día ni cómo acabará tu jornada y, por lo tanto, si esto sucede de una manera continuada, los problemas seguro que te acecharán más de lo que piensas. Así que es mejor volver a guardar el coche en el garaje y entrar en casa, para que empieces a pensar y a practicar la prevención.

¡Sigamos!

Si lo tienes claro, cierra la puerta del garaje, sal a la calle y durante el día ve haciendo lo que tengas que hacer o habías pensado; muchas cosas de esas planificadas se harán tal y como estaban previstas, pero otras se complicarán y saldrán al revés. Por lo tanto, estarás haciendo táctica adaptativa, es decir, gestionando los imprevistos sobre la marcha.

Si este pequeño ejemplo que hemos esbozado lo extrapolamos a las decisiones personales, familiares o profesionales, veremos que realmente muchas veces con las acciones diarias nos olvidamos de adónde queremos ir a más largo plazo, entonces nos empezamos a preocupar, nos estresamos y empezamos a sufrir. Dicho en otras palabras: el riesgo de solo hacer táctica es muy alto porque acabas haciendo cosas que no quieres o que quieren los otros que tú hagas. Por el contrario, si te dedicas a definir realmente una estrategia y hacia dónde quieres ir, probablemente sin saberlo, te estarás aproximando al reto, estarás creando equipo y asentando las bases para una futura tropa.

¿Y todo esto porqué lo digo? Pues porque si anteriormente hemos dicho que una tropa sapiens es algo más que un equipo, si hemos dicho que una tropa tiene un liderazgo más a largo plazo, y sobre todo, si hemos dicho que una tropa trasciende a su actividad diaria, estamos diciendo en otras palabras que: la creación de tropa sapiens es un valor estratégico y no táctico.

La apuesta por una tropa sapiens es una decisión profunda que contempla valores que son estratégicos, pero con una parte muy importante que tiene una connotación muy pragmática y muy táctica de salir a cazar y de ser proactivos.

En un mercado donde las diferencias entre el corto, el medio y el largo plazo han quedado difusas; en un momento en que el largo plazo muchas veces es cuestión de meses; en un mercado donde lo que tenemos planificado para hacer hoy ya ha cambiado antes de que llegue el momento, es decir, en un entorno tan cambiante, solamente la fortaleza de la tropa sapiens permite que la organización siga viva y se mantenga resistente y consolidadaen el tiempo.

Y aquí está donde radica el gran problema, la gran dificultad, y sobre todo, lo que no se aprende hasta cuando te toca hacerlo. Hace falta aprender a detenerse para revisar la estrategia de hacia dónde queremos ir y, especialmente, para ver cómo estamos llevando a cabo las acciones diarias.

Una tropa sapiens sabe que tiene que cazar y que tiene que ser proactiva. Al mismo tiempo, es consciente de que tiene que detenerse a pensar, asume que debe reflexionar para mantener el camino y el horizonte más o menos claro, pero sobre todo, trabaja para que la organización perdure en el tiempo. Por todo esto es tan importante aprender a combinar estos dos extremos, táctica y estrategia.

Una tropa sapiens tiene que aprender a «parar y a actuar» de una manera continuada porque,como dice una antigua vieja frase: que pierdas una batalla no quiere decir que hayas perdido la guerra. Debe aprender de los dos extremos, «del campo de batalla y del campo de calma», por eso es tan importante estar cohesionados en una tropa, porque estar en los extremos y convivir con ellos implica riesgo y, por lo tanto, la cohesión es un factor determinante para la supervivencia.

No diré en absoluto que estamos viviendo en una guerra, aunque el mundo esté lleno de guerras; tampoco diré que tenemos que ser proactivos y tomar iniciativas toda nuestra vida; ni que tengamos que estar liderando y creciendo todo el tiempo; ni siquiera diré que siempre hay que pertenecer a un colectivo sin disponer de un tiempo de calma y soledad… nada de todo eso. Lo que sí diré es que en un entorno tan mutante como el actual, en un entorno tan incierto como el nuestro, en un mercado tan hipercompetitivo como con el que nos toca convivir y en un ecosistema que cada vez se olvida más el ser, hay que apostar por entornos donde las tropas sapiens sean el eje vertebrador.

Apostar por las tropas sapiens, como he dicho antes, ha pasado a ser un valor estratégico para el crecimiento de los miembros, para la perdurabilidad de la estructura y, sobre todo, para la capacidad de transformarse.

Transformarse ya no es un derecho sino una capacidad que hay que incorporar dentro del ADN de las personas y las organizaciones. Por lo tanto, todos tendremos que empezar a transformar nuestra parte mamut en sapiens y para eso hay que gestionar esta mamuterapia colectiva y es necesario ser una tropa sapiens.

Fragmento del libro ‘Tropa Sapiens’ publicado por Empresa Activa el año 2017

 

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