Hace muchos meses escribí el post “El autobús del emprendedor” en el que relacionaba el número de butaca dentro del autobús con la capacidad de asunción de riesgo que tenemos las personas cuando estamos immeros en un proyecto . En este link lo podéis leer.
Hace casi un año, en una cena con mi amigo Abel Ruiz, debatíamos sobre como afrontar las situaciones extremas que nos aparecen en la vida y como debemos gestionarlas, es decir, como activamos nuestro liderazgo personal para hacerles frente.
De estas dos situaciones, más reflexiones de mi blog sobre liderazgo Referendity www.referendity.com he extraído este post que lo llamo “el tren del liderazgo”
¿Y en qué se basa?
Pues al igual que como sabéis suelo comentar que hay dos tipos de personas para hacer frente a las adversidades relacionadas con el cambio en el entorno, el mamut que acepta al medio y el sapiens que cambia al medio para éste se adapte a él, en el liderazgo también hay dos roles pero en formato tren.
¿Cuáles son?
Ser locomotora o ser vagón
Hay personas que por nuestra manera de ser, por nuestro estilo de aprendizaje que hemos desarrollado, por el entorno en que hemos vivido y al fin y al cabo, por elección propia, somos personas que nos gusta asumir responsabilidades, disfrutamos con ello y normalmente, solemos estar a la cabeza de proyectos, como pasa con las locomotoras en los trenes.
Por otro lado hay otro rol, el del vagón. El vagón es aquella persona que va detrás de la locomotora , ya sea en segundo puesto, el quinto o el 43. Digamos que sigue la línea marcada por la locomotora y por los vagones que le anteceden.
Cierto es que el tren necesita una buena locomotora y también muchos vagones para poder transportar más personas, mercaderías o hasta ilusiones. Es decir, que tan importante es tener locomotoras como vagones, aunque eso sí, si nadie empieza y pone la locomotora en marcha, el tren no sale.
La locomotora debe ser consciente que su rol es el de arrancar, de mantener el ritmo, sostener una buena velocidad de crucero y sobretodo, ser consciente que detrás de él hay muchos vagones que también pueden y deben ayudar.
Aún así hay riesgos importantes, como por ejemplo.
Que la locomotora se piense que toda la responsabilidad es suya.
Que la locomotora no sepa parar para descansar y reflexionar.
Que la locomotora no delegue en los otros vagones.
Que los vagones se fíen demasiado de la locomotora.
Que los vagones vayan bajo sus posibilidades.
Que los vagones sean un poco vagos.
Y así podríamos seguir.
A nivel de liderazgo también podemos aprender mucho de esto que acabamos de comentar, pues cuesta encontrar buenos líderes que sean buenas locomotoras, que fomenten a sus vagones, que motiven a sus vagones para asuman responsabilidades, que les acompañen en el proceso, etc. Aún así hay quienes lo intentan y lo hacen,
Ahora un buen emprendedor y amigo catalán Xavier Verdaguer se ha un proyecto suyo llamado Imagine Creativity Express que como característica principal tendrá un tren, con una locomotora llamada Xavier y 36 vagones que saldrán de su viaje y durante el club, esos vagones se inspiraran, aprenderán y crearan su nuevo, en el que ellos deberán ser entonces, locomotoras.
A los que queráis ir a la presentación del próximo día 19, aquí podéis encontrar el link
Venga pues, animemos a todas las empresas, a todas las organizaciones y a todas las personas, a que sean lo que quieran ser, pero sobretodo, que miren de mejorar, aprender y evolucionar.