Ya a punto de cerrar el año, es el momento de hacer repaso de todo aquello que nos planificamos para este 2018 y de pensar en aquello que nos gustaría conseguir en el 2019. Son fechas para cuestionarnos cosas al estilo de.
Para ti, ¿qué es realmente el éxito?
Para unos, esta pregunta es tan incierta y cuesta tanto de contestar que prefieren no pensar en ello. Para otros, es algo que persiguen ansiosamente pero sin saber qué buscar exactamente. Para otros tantos, es algo que conocen de alguna manera pero no saben definirlo. Sea por el motivo que sea, lo que está claro es que el éxito tiene muchos colores y importa más de lo que parece. Después de debatir este tema con varias personas mi opinión es la siguiente.
Para discernir claramente que es el éxito o el impacto que nos genera, diría que hay tres conceptos que debemos tener en cuenta cuando hablamos del supuesto éxito. Estos tres matices son: la autorrealización, el reconocimiento y el patrimonio.
Las personas que podemos considerar exitosas suelen sentirse realizadas personalmente dado que suelen hacer aquello que les gusta y desde este punto, desarrollan todo su talento a base de mucha dedicación, esfuerzo y tenacidad. A partir de esos deseos, pasiones o vocaciones, crecen como personas y este crecimiento en sí, también es una satisfacción. Como se puede comprobar, no es nada material, es interpersonal y de autorrealización.
Para otras personas, el éxito viene del reconocimiento personal que te dan las otras personas y si somos sinceros, todos hemos tenido una necesidad de reconocimiento en algún momento vital aunque muchas veces, esa necesidad venía a cubrir otra debilidad. Las personas que considero exitosas son aquellas que no necesitan grandes dosis de reconocimiento público, aunque casi todas, tiene un entorno cercano que les hace recordar lo que son sin esa supuesta fama o reconocimiento que les deslumbra.
La tercera es el patrimonio, sea en dinero, casas o lo que sea. Estoy convencido que el supuesto éxito económico condiciona de una forma muy importante, aunque como me dijo un cliente una vez “¡Albert! ¡Tu verdadero patrimonio eres tú y tu forma de interactuar con el mundo! ¿Sabes por qué? Pues no cotiza a hacienda y nunca te lo podrán embargar”.
Sé que afirmar esto puede sonar un poco utópico, pero con los años he aprendido que al saber que es el éxito para una persona, he obtenido mucha información sobre su comportamiento, sobre sus futuras decisiones y, sobre todo, si vale la pena arriesgar por o con él.
Una vez, en plena comida con directivos, me preguntaron qué era el éxito para mí. Les respondí que uno de mis éxitos más importantes, fue ver la cara de alegría de mi padre cuando un día sin que él lo supiera, le cité en una de mis columnas en este mismo periódico que estáis leyendo. Él lo había estado leyendo durante más de 40 años y cuando la vio se emocionó. Esto es éxito.