Hace casi tres años, después de dos experiencias vitales que me marcaron, descubrí gracias a unos amigos el concepto de SlowLife, es decir, “vivir un poco más lento”. Me dijeron:
“Debes ir media marcha menos”, me dijo Agustí
“Debes aplicarte SlowLife” me dijo el Jaume
Unos días después puse esta reflexión de Slowlife en mi Facebook y Pep, de Pep ByPuns me envió un mensaje dónde me decía:
“Albert, vente a la tienda que te he preparado un regalo” que fui a buscar con mi amigo Ivan, El Pintapedrer
Desde ese momento, he intentado buscar en mi vida pequeños espacios vitales en los que poderme tomar las cosas con mucha calma, espacios como ese café matinal en el sofá de casa, esa siesta los fines de semana, momentos de juego con mis sobrinas o esos días encerrado en Montserrat.
Aprender a aplicar este SlowLife, aunque debo aprender mucho más, me ha permitido poder manejar mucho mejor todos lo retos que tengo entre manos, pero el verano pasado ya conseguí aplicar algo que ahora volveré a intentar aplicar.
Es lo que ya llaman algunos en internet : UnplugLife
¡Me desenchufaré! … no sé cuantos días ni dónde, pero lo haré.
A la gente activa no es muy difícil conseguirlo, pero cuando lo hemos conseguido, perdemos de vista el enchufe y después nos cuesta mucho volvernos a conectar pero aún así, debemos hacerlo por nuestro bien y el bien de nuestro entorno.
Ahora, os prometo que este verano desenchufaré y hacer UnplugLife.
De momento ya he tomado decisiones que ahora debo convertir en acciones, que haré, ya veréis
Venga pues, muchas gracias por leerme y sobretodo
“UnplugLife: Buen desenchufe”