Este fin de semana estaba hablando con unos amigos sobre la vida, las parejas, las familias, los trabajos, las empresas, etc … a lo que de repente les pregunté.
¿Cuántos idiotas hay en tu vida?
Obviamente, no me dijeron nada. Bueno si, me dijeron que el idiota era yo. ¡Y posiblemente tenían razón!
Al cabo de unos segundos, uno de ellos saltó y me dijo
¿Y en tu vida cuantos idiotas hay Albert?
A lo que contesté.
“Hace años toleraba mucho tener gente idiota a mi alrededor hasta que me di cuenta que tanta idiotez a mi lado afectaba mucho a mi salud y en parte, por esto, tuve esa parálisis facial periférica temporal.
A partir de entonces, decidí volver a hacer siempre lo que me gusta, aprendí que debía seguir currando como siempre y sobretodo, escogí que gente con quienes quisiéramos compartir ideas, retos, proyectos, etc.
Hoy por suerte, hay pocos idiotas en mi vida y cuando los hay, no tengo que aguantarlo demasiado rato.
(luego pensé … y me dije a mi mismo)
¡A lo mejor, posiblemente será que el idiota soy yo!”
Y ahora, que me estás leyendo, pregúntate en que punto estás, cuestiónate a ti mismo porque sólo cuestionándote a ti mismo podrás cuestionar lo que te rodea, pues muchas veces el problemas somos nosotros mismos y no ese supuesto entorno.
Para acabar. ¡Pregúntate!
¿Cuántos idiotas hay en mi vida?
Depende de la respuesta te des, verás que debes cambiar o no.
(Aunque engañarse a uno mismo es lo más fácil. Sé sincero y no te engañes)
Saludos a todos