Esta semana hace ocho años de esos días que realmente me sirvieron para tomar consciencia de cosas que ya sabía pero como muchos (y que no sirva de excusas) no me atrevía a cambiar.
Llevaba casi diez años trabajando muy fuerte con mis socios para sacar adelante mi segunda empresa Kinetical Business, empresa en que desarrollábamos aplicaciones de movilidad. Por esas fechas, la rutina, diferencias con la dirección y otros motivos, hacían que mi motivación allí fuera menguando. Este era un primer indicador que sabía, no era bueno …
Llevaba casi dos años en una relación con una gran mujer (aunque se acabará, sigue siendo una mujer) pero la vida que habíamos vivido cada uno hacía incompatible normalizar cosas que deberían ser normales en una pareja. Esto era un segundo mal indicador.
Viajaba mucho, casi 80.000 km al año en coche y casi todos conducidos por mi. Decidimos ir a vender nuestros servicios por toda España y Francia y claro, km, km y km. Tercero mal indicador. Exceso de Km
Dormía muy pocas horas, cuatro o cinco, más o menos. Iba tarde a dormir y me levantaba temprano para ir a Barcelona cuando estaba en Barcelona o para viajar cuando debía viajar. Cuarto indicador. Poco descanso.
Hacía muchas cosas y estaba muy ocupado tomando acción. Cierto que me gustaba pero claro, como mucha gente cree, que no me podía para así no pensar demasiado. Quinto indicador. Sobreactividad
Comía mal y fatal, mucho fuera sin mirarlo. Sexto indicador
No hacía deporte para nada. Indicador séptimo.
Y octavo indicador. Mi pasión había tendido hacia cero. ¡Grave!
Todos estos ocho indicadores son muy repetitivos en la vida de la mayoría de personas y cuando se juntan todos, nos guste o no, ya no debes preocuparte de parar o no. La vida ya te para, te guste o no. Como así fue. Tuve que aprender a reactivarme.
El 5 de julio del 2010, parálisis facial periférica y me pararon.
Empecé un tiempo de pensar, madurar y sobretodo, de tomar decisiones que me permitieran vivir mejor y sobretodo, más apasionado.
Hoy en día, miro para atrás y veo que casi todos los indicadores han cambiado y mucho
1º Dejé Kinetical Business y fundé InPreneur. Ahora me centró en temas de transformación empresarial que contemplan innovación, gestión del cambio y emprendimiento. Mucho mejor
2ª Más allá que tenga pareja o no, de que haya tenido otras o no, la normalización de mi estilo de vida ha pasado a ser un puntal innegociable.
3ª Bajé de unos 80000 km y ahora hago como mucho la mitad. Además, entro a otras a Barcelona y me chupo menos colas
4º Miro de dormir mínimo seis o siete horas cada día pero antes de ir a dormir, me pegó unas desconexiones de series (en inglés) en el sofá de lujo
5º Ahora también hago muchas cosas pero con intensidad distinta, con una dedicación más organizado y con mucha más motivación. Básicamente son temas relacionados con la escritura (que me ayudan a pensar) y con los medios de comunicación
6º Como mejor aunque esto y con el indicador siete, el deporte, debo mejorar bastante. Aquí he mejorado pero necesito mejorar mucho más 🙂
Y el octavo indicador, la pasión. Miro de hacer sólo lo que me apasiona o mejor dicho, miro de que mis obligaciones sean las justas y las necesarias.
Cinco años después de mi parálisis facial, escribí mi segundo libro ‘La parálisis que activa’ en la editorial Empresa Activa en el que desarrollé con mucho más esmero todo este proceso.
Ahora, en julio del 2018, ocho años después me digo
¡Suerte de aquella parálisis!
¡Suerte de poder contarlo porque así algunas personas podrán tomar nota!
¡Suerte de tomar consciencia!
Prometo seguir haciendo cosas pero sobretodo, descansando para así poderlas hacer.
Gracias y nos vemos en las redes sociales o en persona.
